- directora de gestión y desarrollo de personas
- synergie españa
- cristina alonso
Para todas aquellas mujeres que en estos momentos estamos por encima de los 45 años de edad, si nos vieran nuestras bisabuelas (que si miramos hacia atrás son unos cuantos años, pero tampoco demasiados), probablemente se quedarían con la boca abierta y muy orgullosas de ver en lo que nos hemos convertido.
Hemos dejado de ser sumisas, podemos estudiar y profesionalizarnos en aquello que realmente nos gusta y queremos. Podemos pensar por nosotras mismas, además de expresar nuestros pensamientos libremente, y nos hemos convertido en un pilar muy importante en el mercado laboral, aunque en este ámbito todavía nos queda camino por recorrer.
Aunque aún tenemos un gran reto en el mundo empresarial, ya que la mayor parte de los Comités de Dirección se encuentran conformados por hombres, vamos por el buen camino y poco a poco se están viendo grandes cambios.
En 2022, en las empresas medianas españolas el 36 % de los puestos de dirección están ocupados por mujeres. Es el porcentaje más alto de la historia en nuestro país, que supera al obtenido a nivel europeo (33 %) y a nivel global (32 %). En los últimos 16 años este porcentaje ha aumentado 10 puntos porcentuales.
Por ejemplo, en mi empresa actual Synergie España, empresa multinacional de soluciones de RRHH, puedo confirmar que estos cambios están sucediendo, la Dirección la ocupa una mujer (Silvia Balcells), y más del 70 % del Comité de Dirección está formado por mujeres.
Otro aspecto importante que destacar entre hombres y mujeres en el mundo laboral se encuentra en la elección de los estudios y las áreas de actividad. Es lo que se conoce como segregación de género en el mercado de trabajo.
Si acudes a las facultades de Ciencias, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), encontrarás 65 hombres por cada 35 mujeres, mientras que en carreras sanitarias la ratio se invierte, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). En la oficina ocurre algo similar: los varones ocupan el 64,6 % de los trabajos manuales, al mismo tiempo que las mujeres desempeñan el 75,9 % de los empleos administrativos, comerciales y del sector servicios, según el Observatorio Social ‘La Caixa’.
Esta sobrerrepresentación de la mujer en determinados sectores, generalmente asociados a ingresos más bajos, también se da en las altas esferas. De este modo, es habitual encontrar directivas en ámbitos vinculados a los Recursos Humanos, Administración, Marketing y Ventas, pero son una minoría en Operaciones, Investigación y Desarrollo o Finanzas.
Como consecuencia de todos estos factores anteriores, la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo muy notoria. Más concretamente, las mujeres cobran un 15,7 % menos que los hombres en Europa, según los datos de Eurostat. En España, este porcentaje asciende al 21,9 %.
Esta diferencia se debe en buena medida al acceso de la mujer a puestos tradicionalmente peor retribuidos. En este sentido, en la mayor parte de los países europeos, el mayor porcentaje de trabajadores que perciben un sueldo por debajo del salario mínimo son mujeres.
Siendo consciente que aún tenemos mucho por hacer y avanzar, respondiendo a la pregunta que he lanzado al comienzo, yo puedo responder que estoy muy satisfecha con lo que he conseguido, llegando a dirigir actualmente el departamento de Gestión de Personas de Synergie. Quiero dejar claro que no ha sido fruto de la suerte, ya que me ha requerido un gran esfuerzo y dedicación a lo largo de mi trayectoria profesional. Mi consejo es el siguiente: márcate un objetivo claro y, si persistes en trabajar para conquistarlo, lo conseguirás.