¿En qué piensa Noemí Boza cuando le mencionan la palabra “comunicación”?
Pienso en CONEXIÓN.
Noemí Boza es comunicadora y especialista en el arte de conectar ideas, personas y empresas. Empresaria desde hace más de 20 años. Es socia de Mas Cuota, empresa que organiza eventos profesionales y ofrece servicios a empresas en el ámbito del liderazgo, el bienestar laboral y la diversidad. Es especialmente sensible al impulso del desarrollo profesional de las mujeres. Entre sus clientes se encuentran reconocidas compañías de diferentes sectores de actividad. Ejerce de periodista, presentadora de eventos, formadora y conferenciante. Participa activamente en múltiples foros y encuentros empresariales.
Acaba de publicar Por qué lo llaman liderazgo cuando quieren decir comunicación (LID Editorial)
Pienso en CONEXIÓN.
Pienso en COMUNICACIÓN.
La unión de ambos conceptos es una de las ideas principales del libro. Si entendemos que Liderar es Influir, es muy difícil olvidarnos de la comunicación, nadie influye sin una buena comunicación. No entiendo la Comunicación como la habilidad de hablar en público, sino como la habilidad de conectar con los demás. Si liderar es influir y el fin último de la comunicación es conectar me gusta pensar que solo podemos liderar cuando conectamos emocionalmente con las personas. Los grandes líderes de la historia de la humanidad han liderado porque fueron capaces de emocionar. A veces identificamos el liderazgo a través de cualidades que no son del todo determinantes, cuando en realidad lo que puede llegar a transformar nuestra realidad es nuestra Comunicación, con nosotros mismos y con los demás. De hecho, el libro incluye un Decálogo de la Comunicación que conecta. La conexión está presente en mi vida, pues me dedico a conectar empresas, personas e ideas. Esta reflexión junto con mi experiencia como emprendedora y comunicadora es lo que me llevó a escribir el libro de Por qué lo llaman liderazgo, cuando quieren decir comunicación que recoge ideas de líderes a los que he entrevistado y experiencias personales de mi trayectoria como emprendedora.
El liderazgo bombón es consistente, se muestra con una cobertura irresistible y nos sorprende con su delicioso interior, como un buen bombón. En un momento de auge de redes sociales y postureo, el reto para personas y empresas es que nuestro relleno se corresponda con «lo que decimos y vendemos» que somos, que estemos rellenos de deliciosa autenticidad. Hoy necesitamos profesionales, líderes y empresas bombón que sean como realmente se muestran. El liderazgo bombón utiliza la comunicación como poderosa herramienta para influir, generando emociones positivas como lo hace el buen chocolate, que sabemos es un estimulante en nuestro cerebro y que eleva los niveles de dopamina, que es el neurotransmisor de la motivación, el placer, y que interviene en procesos de memoria y aprendizaje. El liderazgo bombón es capaz de generar los efectos positivos de una buena pieza de chocolate, que es un bombón. Además de esa habilidad de la comunicación como eje del liderazgo bombón, en el libro Por qué lo llaman liderazgo, cuando quieren decir comunicación, se detallan también las actitudes motivadoras y estimulantes que caracterizan este modo de liderar: valentía, curiosidad, flexibilidad, humildad y generosidad. Regalar bombones es «dar las gracias», decir «te quiero», tener motivos para celebrar… eso es también lo que necesitamos en las empresas. Nos pasamos un tercio de nuestras vidas trabajando, de modo que necesitamos también en las empresas relaciones afectivas, dar las gracias y celebrar. Porque lo afectivo es efectivo.
Con y sin tecnología, en mi opinión las actitudes son siempre claves. Efectivamente el acceso al conocimiento es hoy mucho más fácil y los conocimientos que nos convierten en aptos para un trabajo son esenciales. Pero lo que multiplica nuestra empleabilidad y las oportunidades en la vida son las actitudes.
En los últimos años estamos viendo como líderes empresariales, ceos de compañías y personas relevantes del ámbito empresarial que antes no eran proclives a comunicar, ahora lo están haciendo. Esto es un avance, pues los estudios ya indican que el papel de los directivos de las empresas como comunicadores favorece la reputación de las compañías. También he detectado que cada vez más empresas se preocupan de la habilidad de sus profesionales en esa mal llamada soft skill, que es en realidad una “bombón skill”. Donde creo que tenemos una asignatura pendiente es en la forma de entender la comunicación, que la asociamos únicamente a esos trucos o consejos para hablar en público. Comunicación es mucho más que eso, el fin último de la comunicación es la conexión, que es como pasar pantalla del videojuego. Comunicar está bien, conectar es otro nivel. Necesitamos profesionales que conecten a través de ese bombón que es la Comunicación. Me apasiona el logro de esa conexión, así que contribuyo con las formaciones que imparto para que efectivamente esta no sea una asignatura pendiente en nuestro país.