Según un estudio realizado por ei energía independiente, compañía especializada en autoconsumo solar fotovoltaico del grupo Galp, solo dos de cada diez españoles están conformes con el importe de su factura eléctrica
- María Victoria de Rojas
Entra en vigor la nueva tarificación del consumo eléctrico, que motivará el uso de las redes en los periodos tarifarios donde la saturación de estas es menor y, por el contrario, desincentivará su uso en las horas de mayor demanda. El objetivo de la nueva factura eléctrica es impulsar el ahorro entre los usuarios. En este sentido, ei energía independiente, compañía especializada en autoconsumo solar fotovoltaico del Grupo Galp, ha realizado un estudio en España para analizar el nivel de conocimiento de la población sobre su actual factura. El estudio revela que solo dos de cada diez españoles (21 %) están conformes con el importe de su factura. Por el contrario, el 64 % cree que actualmente paga mucho para la energía que consume, mientras el 13 % no sabe con seguridad si su tarifa es la más adecuada para su consumo.
¿Cuánto saben los españoles sobre su factura de la luz?
La nueva factura de la luz va a afectar a todos aquellos usuarios que tengan contratada una potencia de hasta 15 kW, pero también a pymes y al sector industrial. La potencia contratada es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en nuestra factura y parece que los españoles son conscientes de ello, ya que el 84 % afirma saber qué potencia tiene contratada. De estos, el 63 % sabe que su potencia es la más apropiada, mientras el 20 % no tiene claro si su potencia es la más adecuada a sus necesidades.
“La entrada en vigor de la nueva factura eléctrica va a promocionar que adaptemos determinados hábitos energéticos a las franjas horarias más económicas, las denominadas horas de valle y llano. La penalización que se hará al consumo realizado fuera de estos tramos nos va a obligar a estar mucho más pendientes de nuestras decisiones energéticas y de nuestra factura”, señala Ignacio Ley, Product Manager de ei energía independiente.
¿Cómo afectará la nueva factura de la luz a los usuarios de autoconsumo?
Fomentar la eficiencia y el autoconsumo también son objetivos de la nueva tarificación que entra en vigor el 1 de junio. Esta forma alternativa de consumir energía, aunque ha experimentado un auge en los últimos años, sigue siendo desconocida para la población y es que seis de cada diez españoles (60 %) reconocen que no tienen un gran conocimiento sobre el autoconsumo. Por ello, la nueva tarificación puede ser un buen momento para cambiarse y empezar a ahorrar en la factura.
“Generar tu propia energía te permite aislarte de los impactos asociados a la volatilidad del mercado y los costes del sistema. Con la entrada en vigor de la nueva tarificación eléctrica, los consumidores pueden encontrar en el autoconsumo una oportunidad de minimizar los efectos de los nuevos tramos horarios en sus bolsillos, dado que la producción solar se concentra en los periodos más caros. Por ejemplo, con los nuevos cargos y peajes del sistema, en periodo de punta, la electricidad superará los 20 c€/kWh, lo cual puede suponer altos costes en los periodos de mayor consumo.”, añade Ignacio Ley.
De hecho, aquellos usuarios del ámbito residencial que ya recurrían al autoconsumo van a verse beneficiados, ya que las horas con los precios más altos (hora punta) van a ser las horas centrales del día, permitiéndoles tener un retorno de la inversión más rápido al poder generar su propia energía en ese periodo de tiempo. En el caso de aquellos clientes de autoconsumo (AC) que tuvieran contratada una tarifa 2.0 DHA (es decir, con discriminación horaria), sí pueden notar una ligera subida en su factura, pero el coste final no variará mucho con respecto a su anterior tarifa.
Por ejemplo, si una vivienda con un consumo anual de 5.000 kWh tiene una potencia contratada de 4,5 kW y 2,1 kW de potencia fotovoltaica instalada, su factura anual con la nueva factura de la luz (tarifa 2.0 TD) sería de unos 609 €/año en comparación con los 592 €/año de la tarifa con discriminación horaria.
En el caso de los clientes de autoconsumo del ámbito empresarial e industrial (es decir, aquellos cuya potencia contratada supera los 15 kW), también van a verse beneficiados. Las pymes que tuvieran una tarifa 3.0 A (restaurantes, tiendas, oficinas…), el ahorro sería proporcionalmente superior al incremento de la tarifa, gracias a que los nuevos periodos de hora punta estarán más sincronizados con los periodos de producción solar.
Esta tarifa 3.0 A facturaba en tres periodos, punta (P1 y P4 en festivos), llano (P2 y P5 en festivos) y valle (P3 y P6 en festivos). Cuando el maxímetro -que registra la potencia máxima utilizada en períodos de 15 minutos (registros cuarto-horarios) durante un periodo de 30 días- registraba un consumo mayor a la potencia contratada, se aplicaba un recargo. La nueva tarifa 3.0 TD establece ahora cuatro temporadas, (alta, media alta, media y baja) y cada uno de los periodos contará con un precio diferente. El precio del periodo 1 (p1) será el más caro y el del periodo 6 (p6), el más económico.
Por ejemplo, si una pyme usuaria de autoconsumo con un consumo anual de 75.000 kWh tiene una potencia contratada de 30 kW y 25,2 kW de potencia fotovoltaica instalada, su factura anual con la nueva factura de la luz (tarifa 3.0 TD) sería de unos 6.386 €/año frente a los 6.605 €/año de la tarifa 3.0 A.
En el caso de aquellas pymes con suministro en media tensión, es decir, con tarifa 3.1 A (como granjas o pequeñas explotaciones agrarias), pasarán automáticamente a tener una tarifa 6.1 TD. Al igual que en el caso de las tarifas 3.0 A, el ahorro en aquellos usuarios de autoconsumo será proporcionalmente superior al incremento de la tarifa, gracias también a que los nuevos periodos de hora punta estarán más sincronizados con los periodos de producción solar. Por otra parte, para estas tarifas se elimina la facturación a través de maxímetro, lo que permite aprovechar la fotovoltaica para optimizar las potencias contratadas con un riesgo inferior.
Por ejemplo, si este tipo de pymes usuarias de autoconsumo con un consumo anual de 200.000 kWh tienen una potencia contratada de 120 kW y 74,3 kW de potencia fotovoltaica instalada, su factura anual con la nueva factura de la luz (tarifa 6.1 TD) sería de unos 19.425€/año frente a los 23.380€/año de la tarifa 3.1 A.
Por último, las grandes industrias, almacenes o fábricas (tarifas 6.1 A) que ya hacen uso del autoconsumo van a verse beneficiadas por dos motivos. Por un lado, porque el cambio de tarifa puede suponer un ahorro directo y, por otro, porque los sistemas de autoconsumo serían incluso más rentables debido, nuevamente, a la nueva distribución horaria de los periodos tarifarios.
Anteriormente, la tarifa 6.1 A contaba con seis periodos de discriminación horaria, que podían adaptarse a las necesidades de cada cliente. Además, debían contar con una instalación mayor o igual a 1kV y menor de 30 kV, con una potencia contratada superior a 450 kW en al menos uno de los seis periodos. Sin embargo, también establecía una penalización por exceso de consumo. La nueva tarifa 6.1 TD mantiene
estos seis periodos (siendo P1 el más caro y P6, el más barato) y se dividirá en cuatro temporadas por año. Además, si se sobrepasa la potencia contratada en cualquiera de los seis periodos, se facturará los excesos registrados.
Por ejemplo, si una fábrica que recurre al autoconsumo tiene un consumo anual de 450.000 kWh, con una potencia contratada de 380 kW y 130,5 kW de potencia fotovoltaica instalada, su factura anual con la nueva factura de la luz (tarifa 6.1 TD) sería de unos 55.540€/año frente a los 64.411€/año de la tarifa 6.1 A.
Sobre el estudio:
El Instituto IO Sondea de Investigación de Mercados ha diseñado y llevado a cabo el estudio para ei energía independiente en España y Portugal. Realizada sobre una muestra de 2.008 individuos en cada país de 18 a 65 años de edad, pertenecientes al panel de Sondea, en función de las cuotas de sexo, grupo de edad y CC. AA. según el padrón municipal de habitantes del INE 2020, seleccionados de entre una muestra de 10.000 individuos pertenecientes a dicho panel, de forma intencional y proporcional a las cuotas cruzadas del INE de cada variable de afijación. Lo que supone una tasa de respuesta de 20,08 %.