- María Jesús Antón Quejigo
- Fisioterapeuta
- Colegiado nº 211
El dolor de espalda continúa siendo una de las patologías con mayor índice de diagnosis. El dolor en la región lumbar se sitúa en el tercer lugar (en hombre 15 % y en mujeres 23 %), mientras que el dolor en la región cervical se sitúa en el sexto (en hombres 9,7 % y en mujeres 23 %).
Según el Instituto Nacional de Estadística, por rango de edad, sufren problemas de espalda por año:
De 35 a 44 años – 7.592 personas
De 45 a 54 años – 7.249 personas
De 55 a 64 años – 4.452 personas
Los últimos estudios arrojan unos datos preocupantes: 7 de cada de 10 personas padecerán dolor de espalda a lo largo de su vida. Esto supone que el 70 % de la población mundial tendrá esta patología en algún momento de su vida, un dato realmente escalofriante que merecería nuestra atención puesto que tan solo con dedicarle un poco de tiempo las personas podrían evitar el padecerlo y, si ya son pacientes, mejorar su situación.
El dolor de espalda continúa siendo una de las causas más frecuentes de baja laboral. Aunque la sanidad pública se va implicando en este problema, lo cierto es que son las empresas privadas las que alcanzan un mayor compromiso para la prevención y atención de esta patología, creando espacios destinados a su cuidado, impartiendo Talleres de Escuelas de Espalda y sesiones individuales de fisioterapia.
Esta implicación de las empresas ¿ha provocado el descenso del absentismo? Sinceramente, creo que sí. Pero ¿se ha encontrado la solución? Creo que no. El motivo fundamental es que se trata de una patología que conlleva matices personales que han de ser tenidos en cuenta. Utilizando un símil, sería como dar de comer siempre lo mismo. No se pasa hambre, pero no se está nutrido de forma adecuada, lo que puede acarrear un déficit alimenticio.
Ante un dolor lumbar, surge de forma inmediata un infiltrado graso para proteger la zona, aparece una disminución de la agudeza de colocar la zona lumbar en posición neutral (sana), y en la zona de reprobación cortical de la zona lumbar aparece un emborronamiento.
Este infiltrado graso afecta a la musculatura profunda de nuestra columna, que es la que mantiene en posición saludable los discos vertebrales y, por consiguiente, una columna sana. La musculatura superficial toma el poder en nuestra espalda y desactiva la musculatura profunda, impidiéndola realizar su trabajo de forma adecuada. Esta situación se traduce en un círculo vicioso del que no se puede salir hasta que no se produce una activación de esa musculatura profunda, lo que se consigue poniendo en tono justo muscular la musculatura superficial hasta activar la profunda. Al realizar este trabajo, el infiltrado graso va disminuyendo lo que consigue romper el círculo.
Cuando se habla del tratamiento del dolor en la espalda (sobre todo la región lumbar), no se nos puede olvidar trabajar toda la musculatura profunda que también se encuentra en la parte anterior del cuerpo (es decir, el abdomen) pero con la misma indicación: en tono justo la musculatura abdominal superficial y activar la musculatura profunda abdominal.
Considero que, para que las Escuelas de Espalda sean realmente efectivas, el trabajo a realizar debería contemplar grupos homogéneos en los que se haya identificado y diagnosticado el punto de partida de las patologías de espalda. Así, su abordaje y su tratamiento, tanto en grupo como individualmente, no deben ser iguales ya que se pueden provocar acomodaciones que más tarde serán generadoras de nuevas lesiones.
Mi propuesta pasa por plantear una forma diferente de enfocar el tratamiento grupal de los problemas de espalda: haciendo un estudio detallado de cada participante y diseñando sesiones de Escuelas de Espalda en grupos homogéneos, dando las herramientas eficaces y de fácil aprendizaje que generan autoconocimiento y auto-tratamiento. De esta manera se conseguirá eliminar los problemas de espalda, gracias al trabajo personal que se adquiere en el Programa “Aliviando el dolor Lumbar”.
De esta forma daremos respuesta a la pregunta inicial. Existe solución a esta patología que provoca pérdidas económicas y duelos personales: creando Escuelas de Espalda de forma efectiva.